domingo, 20 de noviembre de 2011

Frío


Y desperté en mis sueños, más helado que nunca.
La madrugada me mata, el cielo de colores ya no está

martes, 12 de julio de 2011

El viaje




Misión en peligro Capitán, tenemos que abortar, no hay mucho tiempo. El monstruo marino se acerca, la marea sube, la neblina me impide ver. Capitán, Capitán...

La hora llegó, sin saber lo maravilloso que puede ser caer, la soledad me llena los labios de azul, la borrasca me marea. No escuchas el eco, Capitán, Capitán…

Olvidado, mi recordatorio se perdió en la luz, por qué me regalas muerte, si me puedes regalar luz. No sientes la marea, Capitán, Capitán…


Ya siento golpes en el piso, parado sin saber que hacer, me siento volar, un halo de luz me bordea asimétricamente, ves la luz! ves la luz! Capitán, Capitán…

domingo, 3 de julio de 2011

Voltaire se extingue en mi mente ( Audio y letra )

INDICACIONES DE USO:

1- Buscar un lugar despejado y oscuro.
2- Poner 'Stop' a la música del blog. (parte superior derecha)
3- Poner 'Play' a la barra de la poesía. (debajo de la imagen)

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El rostro interior de movimiento,vivió recién inaugurado juventud Parler seul y el cadáver exquisito compleja mi libro absurdismo y poderoso collage cuando callejeros escandalizan la burguesía, toda vivió del cementerio de Montparnasse...

Amigo Berlín, extraño la música, los escándalos, tu impertinencia negra irrita al público muy diverso con la simple persona más allá de la Guerra propagandista, amigo.
Artista como el huevo, poeta ocultista en el Cabaret...

Evoca correspondencias y las fúnebres máscaras provocan compañeros ruidosos. Tragedia griega profundamente moderna. Atención, público atrevido, de mi destello, muy pronto no existe aburrirse en dos años, es una divinidad de segundo dentro del Cabaret de Bucarest.

Tambor francés empieza paralelamente un poéma fonético, debemos recurrir a la más profunda alquimia con signos en forma de pez. La hipérbole del cine advierte sus dibujos como pedazos insatifechos sobre la mesa del cabaret Voltaire...

lunes, 1 de noviembre de 2010

Jueves



Jueves será,


Créeme que en mis sueños recuerdo el jueves que vendrá


Jueves de papel, jueves de cartón


Jueves de recuerdos olvidados, jueves de olvidos recordados


Jueves desde siempre



Jueves que morirá con el viernes, recuerdo que me hablabas de los días; de tus lunes nuevos, de tus martes de café, de tus miércoles dulces, de tus jueves complicados,ahora entiendo por qué será jueves


¿Qué de diferente tiene el jueves que vendrá, con el sábado de septiembre que pasó? O serán tan parecidos que no distinguiremos nada y nos confundiremos, tal vez, y me abrazarás con tus palabras que ya se las llevó el viento hace muchos días


No sé que pasó. Hoy lunes estoy tan confundido, hoy lunes es un buen momento para fumar y puedo olfatear el jueves que vendrá, hoy lunes dormiré y entre mis sueños te encontraré el jueves


Y aún sigo pensando a dónde se irán las historias que se dejan pasar y aún sigo pensando a dónde se irán los lugares ausentes, y aún sigo pensando que nos encontraremos en la calle, después de años,después de vida,después de muerte,después de todo al fin y aún sigo pensando que será un jueves...

viernes, 29 de octubre de 2010

Los números no mienten


Octubre, no es un octubre como cualquier otro. Tiene 5 viernes, 5 sábados y 5 domingos.


Por qué me sigue el 22 ??? O por qué fue 12 y no 13 u 11 o 19 ???

Han pasado 47 días Y hoy que me pongo a escribirte por primera vez. Hoy estás inmersa en mis horas, tu 112 es parte de mis 1128horas de hoy (que no te veo) pero sobra un 8.

Y es que tu suma con mi resta (112-92) da 20
y si le restamos el 8 que le sobra al 1128de hoy ¿qué logramos???
(20-8 =12) logramos un 12, un 12 perfecto, tan imperfecto y raro como este mes de octubre.

No sé qué significa,pero al final, estoy seguro de que los números no mienten.

lunes, 25 de octubre de 2010

Viajando un lunes




Olas negras tiñen mi buque


No hay guía, no hay proa , no hay ni mierda, no hay nada


Corto las olas negras con mi navaja más filuda



No busco guía , no busco ni mierda, no busco nada



Los espacios se acortan



La espera se hace larga



Sigo el viaje sin rumbo, pero nunca amanece



Ya no quiere amanecer más, ya no quiero amanecer más en olas negras

jueves, 21 de octubre de 2010

Decodificar


Tu sonrisa triste


Tus ojos


Tu luz adentrándose en la nada ( mi luz )


Tus lentes engañosos


Tu disfraz total


Tu traje real,el mejor, el tuyo ( el que veo yo, el real)


Tu abrazo primero,


Tu razón total



Tus barcos de papel ( aún no llegan al mar)


Tú real ( mis manos heladas )


Tú ficción ( mi razón )


Tus noches grises


Tus tempestades ( recuerdos, déjame echarlos en mi vaso de whisky y quedar ebrio )


Tu pulsera de piedritas ( mi guía por los senderos de soledad )


Tus estrellas azules


Tus caminos laberintosos ( mi llave del castillo )


Tú, mi Eurídices de ciudad


Saca tus lentes, lleva 3 vestidos, sonríe y vamos a decodificar este acertijo que está por llegar

martes, 18 de agosto de 2009

Desde allá



No sé como llegué hasta aquí, la última imagen que recuerdo es la de un pasadizo largo de madera, una lámpara a media luz, el sonido del viento chocando con las hojas de los árboles. Por mi mente pasan miles de personas y lugares, recuerdos, palabras.

Pronto esa imagen se va diluyendo, todo se pone borroso, en ese momento siento miedo. No se por qué después de ese miedo intenso siento algo que nunca he había sentido antes. Una sensación nueva para mí, no sé como explicarlo- Ya no recuerdo nada más.

No sé que hago en esta línea gris, desde acá todo es tan distinto, desde acá no sé quién soy, desde acá no te veo, desde acá sólo sé que no hay más. No hay frío, ni calor, ni hambre, ni sueño, ni pena, ni alegría.

Como quisiera retroceder el tiempo, como quisiera jugar con mi ratón azul, como quisiera, ahora, saltar de muro en muro, en la casa de mi infancia, como quisiera jugar a la pelota en las pistas con mis amigos, como quisiera ir por las calles tratando de no pisar las losetas negras, como quisiera escuchar esa canción que como quisiera caminar contigo, ahora, reírnos de cosas tontas, como quisiera pararme contigo en alguna tienda a buscar algo para comprar, como quisiera saber que me llamas con la mirada, como quisiera cruzar dos veces por la misma calle. Pero desde aquí esas cosas ya no se pueden.

jueves, 2 de julio de 2009

La emoción se pierde por la avenida, el árbol irreal la devuelve.



Dicen que cuándo algunas cosas te empiezan a ir mal,le continúan cosas peores y peores, y aún peores. Pues yo creo que estoy en la segunda etapa.Supongo que debería estar mal; tirado en mi cama, pensando, leyendo, recordando, alucinando. Debería estar dejando que pase el día, atiborrado por pensamientos que no dejan estar tranquilo.

Lo raro es que,hoy, sucede todo lo contrario. Debería estar destrozado, partido, bajoneado, derrotado. Pero nada, no pasa nada. Duermo temprano, todo un logro cuando tienes tiempo libre. No siento la necesidad de hacer algo, estoy tranquilo realmente.

Ayer, después de mucho tiempo ví a mi mejor amiga. Ella, loca como siempre. Su jean verde manchado con oleo, sus lentes de gansa y sus zapatillas de cabra.
Paseamos por Lima, a eso de las 9 de la noche. Hablamos de muchas cosas, de su vida, de mi vida. Me dijo una frase que me conmovió " ME SIENTO IRREAL" . Contrastó, entonces, con lo bien que me sentía. Pensé que yo me debería sentir así, fuera de la frecuencia, de la sintonía del mundo, pero nada, no pasa nada.

Sentados en las escaleras de la catedral de Lima, con miedo a que se le escape una bala a los francotiradores(escondidos por pequeños triángulo en lo alto de Palacio de Gobierno) me contó que en su último viaje a México, estuvo en una de las playas del Caribe, una muy turística, dónde la diversión se cree que nunca muere. Lo trágico es que ella estuvo paseando por ahí a las once de la noche, cuándo las galerías empiezan a cerrar, la gente se empieza a ir, el cielo empieza a caer. Entonces en su caminata de dos kilómetros por ahí, sintió una sensación de tristeza, de soledad, de no ser parte de este mundo. Pues, pasa que ahora ella se sentía así como me lo dijo " IRREAL", ojo, y sin tener que ir al Caribe para descubrir esto.

Aunque paresca inverosímil, mientras me narraba esto, el ambiente empezó a tornarse como en la historia, las calles de un momento a otro se volvieron solitarias y tristes, incluso recuerdo que pasamos por una calle muy oscura, y lo raro es que no tuve miedo de estar ahí, a pesar de los indigentes y la gente extraña que rondaba.

Mi amiga y yo notamos esto, la emoción se estaba perdiendo por la avenida. Situación que se acentúo más cuándo la acompañé a su casa, la caminata por calle La Paz, en Miraflores, realmente fue muy desolada y casas, árboles, carros, postes, todos sin emoción. Pensé que esto cambiaría al llegar a una avenida grande, pero cuándo llegamos a Pardo, no cambió nada. Se podría pensar que esto sucedió un domingo o un feriado, nada de eso, fue un miércoles, un miércoles normal en teoría, extraño en la "irrealidad".

A pocas cuadras de la casa de ella cruzamos un árbol, pequeño, pero ancho. Nos quedamos helados cuándo vimos y sentimos las gotas, como de lluvia que caían bajo este árbol, salimos del árbol y constatamos que en la calle no llovía,pues era naturalemente imposible lo que pasaba. La lluvia sólo era privilegio de este pequeño espacio, bajo el árbol.

Sin duda, por cosas que sólo el destino tiene, ese suceso tan irreal de la lluvia bajo el árbol, nos devolvieron esa emoción, esa emoción de sentir que somos reales, y que a veces uno necesita de cosas irreales para volver a la realidad.

miércoles, 17 de junio de 2009

Mitomanía


Dejé de mirar las cabras judías de Chagall,
dejé de escuchar a Tonino Carotone,a Manu-Chao, y a Mano Negra,
dejé de dormir por las tardes,
dejé de tomar té, a las siete de la noche, en mi taza morada,
dejé que me gustaran los dulces,
dejé de mirar el fútbol los domingos,
dejé de perderme entre sueños por aldeas europeas,
dejé de leer los cuentos de Ribeyro,
dejé de ver películas en la Casa España,
dejé de desvelarme los días impares,
dejé de cantar "la vaca loca",
dejé de jugar a la ruleta,
dejé de caminar de madrugada por parques,
dejé de desdoblarme y verme echado en mi cama,mientras todos duermen,
dejé de creer que voy por la calle, despistado,
dejé de hablarme solo,
dejé de odiar a la normalidad,
dejé de sintonizar radios extrañas por Internet,
dejé de ser sarcástico y ácido,
dejé de amar el frío y la lluvia,
dejé de deslumbrarme con viejos cementerios,
dejé de olvidarme las cosas en lugares olvidados,
dejé de comprarme cadenas que equilibran mi vida,
dejé de comportarme como gato,


dejé de escribir líneas fantasmas,
dejé de volar con las alas de Cortázar,
dejé de tener largas conversaciones con mis gatos en la azotea
dejé de buscarte entre la gente,tanta gente,
dejé de pensar en ti,antes de dormir,
dejé de escribirte cartas imaginarias,
dejé de perderme entre tus ojos marrones,
dejé de creer que me puedas querer,
dejé de creer que te amo.

Pero sobre todo, tú y yo, sabemos que nada de esto es verdad.

lunes, 8 de junio de 2009

Preguntas; espejismos, o no?


A veces hay algunas preguntas que uno no debe de hacer, o no debería de hacer. No por la gravedad de la pregunta, sino por lo que te van a responder. Hay que tener huevos para preguntar algunas cosas, es un riesgo que corres y más aún si el riesgo es grande, de verdad.
Riesgos que te pueden hacer caer, de un momento a otro, sin que importe nada. Pero este riesgo también puede hacerte cagar de risa y correr como loco por las calles, pateando botes de basura y nadar en piletas.


Siempre he preguntado todo, y más aún cosas que sonrojarían a cualquiera, temas que la gente prefiere no tocar, ya por verguenza, por miedo, por prejuicios, o porque las hermanas marianistas la escomulgarían.

Sucede que hoy, a mis 22 años una pregunta, incierta, se pierde en mi laringe y no puede parir, no puede ver la luz, todavía. Bastarda pregunta que no quiere salir, se esconde entre las ramas de árboles sin sentido.

Horrorizado por lo que me sucede he tratado más de 34 veces y de 27 formas preguntarle a ella, por la puta madre, qué cabrón puedo llegar a ser. Una casa verde, sucia me salva por el camino. Casi la cago. Dos o tres frases geniales disfrazaron mi deslíz. Yo ya no decido el camino.

Después de pensarlo mucho, por las tardes, mientras duermo, supe que hay preguntas que no existen, por eso nunca se podrán hacer. Una taza de té acompaña este pensamiento y me hace creer que aquella pregunta, la mía, la que dejó de ser pregunta, se convertirá simplemente en respuesta, y será un día en el que alargaremos el después y te pueda tomar de la mano, hasta el fin, sin un fin.

jueves, 21 de mayo de 2009

Voltaire se extingue en mi mente


El rostro interior de movimiento,vivió recién inaugurado juventud Parler seul y el cadáver exquisito compleja mi libro absurdismo y poderoso collage cuando callejeros escandalizan la burguesía, toda vivió del cementerio de Montparnasse...

Amigo Berlín, extraño la música, los escándalos, tu impertinencia negra irrita al público muy diverso con la simple persona más allá de la Guerra propagandista, amigo.
Artista como el huevo, poeta ocultista en el Cabaret...

Evoca correspondencias y las fúnebres máscaras provocan compañeros ruidosos. Tragedia griega profundamente moderna. Atención, público atrevido, de mi destello, muy pronto no existe aburrirse en dos años, es una divinidad de segundo dentro del Cabaret de Bucarest.

Tambor francés empieza paralelamente un poéma fonético, debemos recurrir a la más profunda alquimia con signos en forma de pez. La hipérbole del cine advierte sus dibujos como pedazos insatifechos sobre la mesa del cabaret Voltaire...

jueves, 30 de abril de 2009

Memorias en harapos


Pienso, mientras termino de fumar un cigarro:




Pienso que es martes, pienso que suena el despertador, el marica despertador que todos los días me jode haciéndome recordar la vida proletaria que llevo . Pienso que disfruta mucho romper de forma siniestra algún sueño mojado o de colores. Pienso que sonríe al vibrar. Pienso que debería tomar desayuno, tal vez quesos con jamonada cortada, pero no lo hago. Tomo agua helada del congelador.

Pienso que "poetiza maldita" estará en su departamento, aún dormida y con los besos que no le di.Pues sólo estuve una vez ahí. Pienso que no sueña conmigo, pienso también que el agua helada irritará más mi garganta, pienso que tendré la voz de Sabina.


Pienso que debería llamar a "poetiza maldita", lo intento pero no puedo, mi cabronada me lo impide. Espero los días "P" y "M" para verla. Pienso que no debería darse cuenta de aquello,al menos por ahora, no es un buen momento. La imagino sentada en la silla de pino con una pañoleta multicolor que cubre su largo cuello, esto me hace dar cuenta que estoy algo drogado. Pienso que aún así debería llamarla. No lo hago.


Pienso en guerreros salvajes con huesos de barro, me acorralan, puedo verme caer. La sábana negra que cubre el cielo refleja la humillación de esta parte del lugar. La esfera plateada es la única salida, pero aún no la alcanzo. Se va más al sur, pienso que ya es tarde para alcanzarla.

Pienso ahora que "Poetiza maldita" se levanta de la silla de pino, busca un traje opaco, se arregla el cabello, suelta la pañoleta. Luce espléndida. Pienso que es el momento de buscarla.
Pienso que la veo, pienso que me ve. Suelta una risa, le doy un beso, me coge la mano, me abraza, siento su aroma. Juego un rato con su cabello negro, me dice que me esperaba. No le respondo y me sigo perdiendo por sus cabellos. Me veo desde lejos con ella, me veo paseando por un parque sin palomas, me veo perdiendome por la neblina, no logro ver nada más. Intento verme una vez más, quiero ver también a "Poetiza Maldita", pero la neblina los cubrió por completo. No hay nada más que ver...

Pienso que debería terminar mi cigarro,antes de que se pase mi autobus...

viernes, 17 de abril de 2009

La última vez que estuve en Cusco


Me encuentro en una calle desconocida, rodeada de casas de estilo inglés, con jardines afuera. Sólo logro distinguir el ladrido de unos perros que corren despavoridos de unos cuantos niños. Tres personajes acompañan mi travesía, entre ellas está mi adorada “Poetisa maldita”, que está a punto de terminarse su último porro. No logro alcanzar a robarle la última pitada.

El sol se va diluyendo por la avenida, “Viajero” nos invita a pasar la noche en su casa, Poetisa maldita asienta la cabeza en señal de aprobación. Subimos al Wolfswagen negro, Poetisa Maldita toma el volante, mientras pienso que no estaría del todo bien, nunca tuve mucha confianza cuando Poetisa Maldita manejaba, sus nervios y su mal humor le juegan una mala pasada cuando conduce, y más aún si se acaba de fumar un porro.

Disimulo un poco, y no se logra dar cuenta de mi incomodidad al verla conducir, me siento en el asiento trasero junto a Viajero y a “Chica Sexy”, pido a Poetisa Maldita que ponga un disco de Serú Girán, como en aquellas ocasiones que íbamos de camping. Tengo la intuición que esta noche será larga y de excesos.

Un rayo de luz irrumpe violentamente mi travesía, Poetisa Maldita, Chica Sexy, viajero y todas las imágenes de mi inconsciente se tendrán que ir esta vez sin mí, pues acabo de levantarme de este largo sueño.

Mi reloj de pared marca las once de la mañana. Es jueves Santo, no hay clases, no hay trabajo y no hay ganas de levantarse de la cama, excepto por los gritos de mi madre que me obligan a acompañarla a la iglesia.
Mientras me lavo los dientes, algo somnoliento aún, pienso en algún plan para pasar estos días de Semana Santa. La verdad no tenía no ni la más puta idea de lo que iba a hacer.

Al volver de la iglesia, con la satisfacción de hacerle creer a mi madre lo importante que es para mi hacer todos los ritos católicos, me despido de ella con un beso en la mejilla, y vuelvo por otro camino con dirección a quién sabe donde. Mis pasos recorren la avenida Canadá, se me hace raro ver las calles tan vacías, los negocios cerrados y hasta los “dateros” ausentes.
El ambiente me despeja la mente, en mis pensamientos sólo recorre la idea de que esta Semana Santa la pasaré invernando en mi cama con coca cola, películas viejas y libros. Una figura en la acera contraria me saca de toda abstracción, mi vista se pierde en la todavía lejana imagen de una mujer. Conforme nos acercamos, empiezo a tener una extraña sensación, inexplicable con palabras. La mujer de la acera contraria se acerca hacia mí, pronuncia mi nombre, esa voz y esos cabellos son inconfundibles. Es ella, es mi ex enamorada, Cristina.

Me cuenta que está en Lima desde hace 1 mes y que aún le quedan dos meses más de vacaciones para después volver a España. Me dice que las cosas no le están yendo del todo como lo planeaba, en los estudios no le va mal, sin embargo la soledad y la nieve madrileña le hacen pensar en volver.
La conversación la continuamos en un café cercano. Me doy cuenta que a pesar del tiempo aún no puedo dejar de babear por esa mirada de niña de transmite Cristina.
Entre bromas, recuerdos, y capuchinos. Se me ocurre una idea, genial por cierto, pero atrevida. Le digo que tengo una buena propuesta para ella. Trato de ponerme serio, para evitar que lo tome a broma. Mi propuesta consiste en ofrecerte un viaje a Cusco por Semana Santa. Claro, todo corre por mi cuenta, logro decirle con una cómplice sonrisa. Sólo te pido algo a cambio de eso, que hagamos el amor esos tres días. Cabe decir que los tres años que estuve de enamorado con Cristina nunca no lo hicimos, ya fuera por sus ideas conservadoras o por el miedo a sus tías.
Ante mi propuesta indecente, Cristina me tira el café en el polo. Y antes de anochecer, ya nos encontramos en el aeropuerto tomando el avión. Pues, aunque la propuesta fue indecente, la tentación de un viaje pudo más.

Era mi tercera vez que estaba en el Cusco, la majestuosidad y los destellos de misticismo que despierta esta ciudad en mi, me hace volver cada vez que puedo. Nos alojamos en un hotel cerca del Coricancha. Recorrimos toda la ciudad, visitamos los pueblos cercanos, montamos a caballo, y paseamos en tren. Por la noche fuimos a una taberna, una de mis preferidas, donde el vino, la música y la vista a la ciudad le dan un ambiente sublime.

Después de emborracharnos escuchando a Serrat, Milanés y Charly. Volvimos al hotel. Prendí, la televisión, Cristina me pidió que la apagara. Se echó en la cama. Yo aún estaba sentado en el sofá leyendo unas revistas, no la quería presionar. Después de un momento, me dijo me eche a su costado y que la acompañe. En ese instante adjudiqué que Cristina era una buena socia y que cumpliría la otra parte del trato. Sin embargo, me expresó que estaba cansada, y que quería dormir. Sentía que estaba siendo engañado, pero no le dije nada. Esa noche no pude dormir o más bien dormí poco. Por mi mente transcurrían muchas cosas hasta que Poetisa Maldita, Viajero y Chica Sexy me atrajeron a ese mundo irreal, entonces caí dormido.

En los próximos dos días pasó los mismo, Cristina aún no cumplía con el acuerdo pactado desde un comienzo, pues en la última noche no pude contenerme y le dije muchas cosas que terminaron por hacerla llorar desconsoladamente. Después de media hora la abracé, consolándola le dije que si no quería no tendría que cumplir esa parte del trato, que sólo me bastaba con que ella estuviera a mi lado. Ella me sonrió con esa mirada de ayer y le di un beso en la frente. Esa noche, sábado santo, hicimos el amor, la guerra y todo lo que cualquier cuentista y narrador no se pueda imaginar.